Abriendo mi corazón

>> miércoles, 27 de agosto de 2008



Hola amigas... Sé que hay alguien ahí, del otro lado, que lee mis palabras...
Tengo una encrucijada en mi pecho, desde hace tiempo, desde que soy mamá de mi segunda hija... Algo cambió en mí, no sé porqué, no sé cuándo empezó, pero cambié... Ahora tengo miedo de seguir ese camino que mi corazón me indica, o descubrir algún día que vuelvo a ser la de antes, pero quién sabe qué camino nos mostrará la vida, quién sabe el mañana, quién sabe qué ocurrirá en el siguiente instante?
Bailo desde los seis años, todavía me acuerdo la primera vez que vi bailarines en un escenario, dando saltos altísimos, parecían volar, y dije con mis tres o cuatro años, "mami, quiero ser bailarina"... Y luché mucho, muchísimo, y dí saltos grandes, los más grandes que pude, sangraron mis pies bailando en puntas, elevé mi alma danzando al son de hermosas músicas, me concentré a más no poder en cada clase, tomada de la barra...
A los 17 años decidí que no sería bailarina profesional, tenía la oportunidad de entrar a la escuela del Teatro Colón, ya al año siguiente sería tarde... Pero elegí no ser profesional, aunque mi maestra me lo rogara de rodillas, no quise. Quería ser mamá, tener una vida "normal", casarme, ser ama de casa... Mi maestra casi lloraba, ella había sido primera bailarina del Colón, y me aseguraba que podía entrar al teatro, que me tomarían por mis condiciones... Pero no quise!
Tal vez me faltó apoyo de mis padres, o un empujoncito, alguien que me ayudara, que me dieran vitaminas para no estar tan cansada, que me cuidaran, que me guiaran... En ese momento yo no sabía muchas cosas de la vida, confiaba ciegamente en mi familia, y tal vez no tomé la decisión viendo todo el panorama, la cuestión es que cambié el rumbo de mi vida...
Dejé la danza para estudiar en la facultad algo que no entendía para nada, algo que no me gustaba, por seguir el mandato paterno. Perdí varios años, dando vueltas, en enormes edificios fríos y poco creativos.
A los 20 años empecé a bailar tango, la danza que mi mamá amaba, y también danza árabe, por curiosidad... Así fue que me tomó por sorpresa la danza árabe, cautivándome, mostrándome otros aspectos de mi personalidad. Y con el tango conocí a quien es hoy mi esposo, un gran hombre, mi compañero y amigo.
En fin, bailé toda la vida, de una u otra forma, y lo que más me gusta es enseñar a otras personas a danzar, y a través de la danza, darles herramientas para que se conecten con su ser, para que puedan ser un poco más felices con sus cuerpos, con sus almas, tarea más que complicada, pero que gracias a Dios, veo los frutos en cada clase!
Cuando tuve a mi segunda bebé, un amor infinito me embriagó, y todo lo que tenía un sentido hasta el mismo día del parto, cambió en ese instante, todo cambió, al punto de que lo que aquello parecía ser lo más importante en mi vida, me pareció absolutamente sin sentido...
Me reencontré con partes de mí que estaban escondidas o dormidas, empecé a tejer más, a querer cocinar más, a dedicar más tiempo a mi familia, y me empecé a sentir casi ridícula con mi traje de danza, qué triste!!! Así y todo, antes de que Bianca cumpliera su primer añito, el año pasado me recibí de Profesora de Danzas árabes en la Arabian Dance school, del maestro Amir Thaleb. Finalmente me recibí por impulso y presión de mi esposo, que me empujaba prácticamente para que no abandonara mis clases, para que siguiera dedicándome un rato para mí, cuidaba a las nenas para que yo tuviera mi tiempo, y yo iba renegando a las clases, no quería, pero gracias a él me pude recibir.
A veces siento ganas de abandonar la danza, amo bailar, pero tal vez porque no puedo lograr aún mi sueño de tener mi propio estudio de danzas después de tantos años de trabajo, tal vez porque me cuesta imaginarme mamá de dos nenas y ser profesora, aunque suene raro en este milenio, en mi cabeza no entra! Es curioso, porque cuando sólo la tenía a Rocío, no me pasaba... En fin amigas, no sé, a alguna de ustedes les pasó esta disyuntiva entre ser mamá y trabajar o tener una profesión?
Lo único que sí tengo claro es que la danza me ayudó en mis momentos más difíciles, la danza me ayudó, bailé y me sentí mejor.
Tal vez eso sea para tener en cuenta... Gracias por dedicar un ratito de tu tiempo a leer mis pensamientos, gracias!!!

8 comentarios:

NaDiA 27 de agosto de 2008, 15:48  

Uff!! No sabes!! Yo todos los días tambien lo pienso... en dejar de trabjar tanto para tener hijos... y eso que a mi todavía no me llama a pleno la maternidad... pero el reloj biológico corre, y hay que ir pensándolo...
Es raro... se me hace un nudo en la garganta... y yo que pensaba que sólo a mi me pasaba, que los demás tenían hijos sin importarles demasiado...
Gracias por el post, ahora no me siento tan "de otro planeta", y sin sentimientos.Besos.

Gaby 27 de agosto de 2008, 15:54  

Hola Adri!
creo que a las mujeres se nos hace difil la vida porque aunque hoy digan que podes ser profesional y ama de casa, no saben el esfuerzo que eso conlleva. A pesar que los hombres hoy te ayudan con las tareas del hogar, somos nosotras las que , no se si sera por una cuestion genetica, llevamos al hombro el peso de la cuestion organizativa de la familia...Por lo que contas creo que la danza era tu vida, es algo que se lleva en la sangre no? se hace con el alma...yo no pude, me hubiese encantado aprender a bailar,pero nunca tuve el apoyo de mi madre para eso...volviendo a vos, creo que no tenes que sentirte mal con tu traje, esa debe ser tu segunda piel...ahora si ya no sentis en el alma la satisfaccion al bailar, si ese espacio de placer lo llena tejer algo para tus hijas o cocinarles o sentarte a ver una peli juntas, entonces creo que es una etapa cerrada en tu vida pero si podes dedicarte a asesorar a otras...guiarlas...
espero haber sido una oreja util en este momento de tu vida...
te paso mi mail, si queres nos mantenemos en contacto...de cualquier forma lo estaremos nos toco juntas el intercambio de navidad del Atelier de sandra...te mando un abrazo grandooooote....

gabrielalindon@hotmail.com

Unknown 27 de agosto de 2008, 17:12  

Hola, como te entiendo, a mí me paso algo parecido tengo tres hijos, cuando nació el primero estaba trabajando y a pesar de que me encantaba, siempre sentía que a mi hijo me lo criaban en la guardería, es más un día me dijeron comprale unos zapatos que empieza a andar, cuando tenía 6 años deje de trabajar, y estuve encantada y además tuve al segundo, pero por circunstancias de la vida y que mi marido se quedo en paro, volvía a trabajar y ese niño lloraba todos los días porque tenía que ir al colegio de noche, se me partía el alma, al final despues de dos años decidí seguir haciendo el mismo trabajo pero desde casa, y así he estado muchos años estresada, cansada, sin tiempo para mis hijos, al final la excusa perfecta fue la nena que llegó y deje de trabajar, y ahora estoy encantada, dedicada a la casa y la familia, y sobre todo dedicación a las cosas que me gustan, no hecho de menos el trabajo fuera, estoy encantada, y te entiendo perfectamente, perdona mi extensión me encanto tu relato y me llevo el cofre, para guardar mis secretos, besotes aquí tienes una amiga

ANDREA 27 de agosto de 2008, 17:58  

uff no sabes como te entiendo pero a mi me pasa distinto yo quiero trabajar pero no puedo los niños estan muy chicos y debo estar en casa con ellos yo igual antes de tenerlos practicaba voleybol y me encantaba pero con los niños ya no puedo realizar nada
tu sigue en tu danza no la dejes lleva a tus hijas baila con ellas saludos

Gabyta 27 de agosto de 2008, 21:50  

Hola Adri,
La maternidad sin duda nos cambia a todas las mujers, yo deje de trabajar para tener a Iñaki y eso significo empezar a vivir la vida de una manera que no estaba acostumbrada, hoy viejos fantasmas reaparecen en mi vida, y siento temor porque no soy la misma de antes, no soy la misma que los enfrento en el pasado, hoy soy otra y mientras descubro a esta nueva que soy debo retroceder a veces para recordar como era y traer al presente las cosas buenas del pasado.
Lo primero que se me viene a la mente y al corazon es pedirte que hagas lo que tu corazon te indique. Miedo vamos a tener siempre. Pero podemos hacer cualquier cosa que nos propongamos si lo hacemos desde el alma.
Todo va a estar ok.
Un besote.
Gabyta

Patricia 29 de agosto de 2008, 11:38  

hola!!
yo te diria que no abandones tus sueños, tienes la suerte de estar ya en el camino, de saber lo que quieres, de tener una pareja que te apoye. Entiendo que quieras estar con tus hijas, yo espere a que mi hijo caminara para dejarlo en una guarderia (cosa que me costo mucho)pero extraño ser la persona que era, de tener tiempo para mi, para mis cosas...ademas en poco tiempo ya estaran las tres bailando juntas
animo!!

Silvia 30 de agosto de 2008, 2:17  

Hola, pase por tu blog a sugerencia de Montse, sabes este planteo nos lo hacemos todas las mujeres. Pero lo que en su momento nos parece la mejor opción con los años se revela que no lo fue. Los hijos crecen, hacen su vida y es lo justo que así sea. En ese punto del camino te comenzarás a plantear de nuevo tus elecciones.
Tenes la suerte y la dicha de un marido que te acompaña en lo que te gusta, eso es raro, aprovechalo, porque él está viendo al futuro, tal vez lo que tú no vez por tu condición de madre. No olvides que para ser madre primero sos mujer. Esa mujer que hay dentro tiene sueños, que va dejando de lado por la maternidad. No lo hagas, deja que tus hijas te acompañen en ese camino de sueños, integralas como lo está tu marido, verás que la vida sola se encarga de hacerlos feliz a todos. El secreto está en no renunciar, sino en compartir juntos los sueños de todos.
Saludos desde Italia.

MARIA INES RUIZ 9 de septiembre de 2008, 13:05  

adri!!! creo que todas las mujeres te entendemos y nos pasa lo mismo ser madre profesional y no dejar de sentirse una misma sentirse mujer es muy dificil y aveces estamos tan cansadas física y mentalmente que tenemos ganas de abandonar todo!pero nunca renuncies a tus sueños!!!!!!! no bajes los brazos y sigue haciendo lo que te gusta por mas cansada que estes es preferible que dejes la ropa sin planchar y hagas lo que te permite estar bien!!!un cariño sincero caty

Publicar un comentario

Esta es la ventana de mi casa, por aquí puedes contarme algún secreto mientras conversamos, puedes saludarme mientras pasas, hasta puedes entrar a visitarme!
Gracias por tu comentario, me hace muy feliz!